Apocalipsis 1: 10 interpretación
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,”
Este versículo es de gran importancia para entender el inicio del libro de Apocalipsis, ya que es el primer versículo en el que el apóstol Juan comienza a narrar su visión y revelación de Jesucristo. En este versículo, Juan nos describe su estado de ánimo y su experiencia, diciendo “yo estaba en el Espíritu en el día del Señor”.
La mayoría de los estudiosos bíblicos coinciden en que “el día del Señor” hace referencia al día del juicio final, en el que el Señor juzgará a toda la humanidad. En este sentido, el hecho de que Juan estuviera “en el Espíritu” sugiere que se encontraba en un estado de éxtasis espiritual, lo que le permitió tener acceso a una revelación divina.
En la segunda parte del versículo, Juan describe que oyó “detrás de mí una gran voz como de trompeta”. Esta voz es a menudo identificada como la voz de Jesucristo, quien se revela a Juan en su visión. La voz de trompeta también es un símbolo común en la Biblia que se asocia con la presencia de Dios y con acontecimientos importantes.
En este contexto, la voz de trompeta puede simbolizar la importancia y la gravedad de lo que Juan está a punto de presenciar y de lo que se revelará en el resto del libro de Apocalipsis. La voz de trompeta también sugiere que lo que se revelará en la visión de Juan es una revelación divina, y que está siendo transmitida directamente de Dios.
En resumen
Apocalipsis 1:10 es un versículo clave para entender el inicio del libro de Apocalipsis. El versículo describe el estado de ánimo y la experiencia de Juan, quien se encontraba en un estado de éxtasis espiritual en el día del juicio final. La voz de trompeta que Juan oyó detrás de él se identifica comúnmente como la voz de Jesucristo, quien se revela a Juan en su visión. En conjunto, este versículo establece una atmósfera única y misteriosa que prepara al lector para las revelaciones que se presentarán en el resto del libro.