Apocalipsis 3: 1 interpretación
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.”
Este versículo forma parte de una serie de cartas que Jesús envía a las siete iglesias de Asia, y en este caso, se dirige a la iglesia en Sardis.
En el versículo, Jesús se presenta como aquel que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Aquí, los siete espíritus de Dios podrían referirse al Espíritu Santo en su plenitud y perfección, y las siete estrellas podrían representar a los ángeles de las siete iglesias mencionadas anteriormente.
Jesús comienza diciendo “Yo conozco tus obras”, lo que muestra que Él tiene conocimiento completo de las acciones y actitudes de la iglesia en Sardis. Luego, afirma que tienen “nombre de que vives, y estás muerto”. Esto indica que, externamente, la iglesia en Sardis podría parecer viva y activa, pero en realidad, está espiritualmente muerta.
La explicación de este versículo radica en el contexto histórico y espiritual de la iglesia en Sardis. Aunque la iglesia pudo haber tenido una reputación de estar viva y en crecimiento, Jesús revela que en realidad están espiritualmente muertos. Esto implica que la iglesia en Sardis ha caído en la complacencia y la inactividad espiritual, a pesar de su apariencia externa.
Jesús continúa en los versículos siguientes dándoles instrucciones para que despierten y fortalezcan las cosas que quedan, ya que sus obras no son perfectas delante de Dios. Les insta a recordar lo que han recibido y escuchado, y a arrepentirse. Si no se arrepienten, Jesús advierte que vendrá sobre ellos como ladrón y que no sabrán a qué hora vendrá.
En resumen, el versículo Apocalipsis 3:1 nos muestra la advertencia de Jesús a la iglesia en Sardis, que aunque parece estar viva, está espiritualmente muerta. Es un llamado a despertar y arrepentirse de su inactividad y complacencia. Esta advertencia también puede ser aplicada a nuestras vidas hoy en día, recordándonos la importancia de mantenernos espiritualmente despiertos y activos, y de buscar constantemente la comunión con Dios.