Apocalipsis 3: 9 interpretación
“He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.”
El versículo 9 del capítulo 3 de Apocalipsis es una parte de la carta a la iglesia de Filadelfia, una de las siete iglesias a las que se dirige el libro del Apocalipsis. En este versículo, Jesús, a través del apóstol Juan, está dando un mensaje de consuelo y victoria a los cristianos de Filadelfia.
El versículo comienza con la frase “He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten”. Esta frase puede interpretarse de varias maneras. Algunos creen que se refiere a aquellos dentro de la iglesia que se llaman a sí mismos cristianos pero no viven de acuerdo con los principios cristianos. Otros sugieren que se refiere a aquellos fuera de la iglesia que persiguen y difaman a los cristianos. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos coinciden en que se refiere a aquellos judíos que rechazaron a Jesús como el Mesías y persiguieron a los cristianos.
La frase “sinagoga de Satanás” es una expresión fuerte que denota a un grupo de personas que, a pesar de su afirmación de ser el pueblo de Dios, en realidad están trabajando en contra de los propósitos de Dios. Es importante notar que Satanás en hebreo significa “adversario”, por lo que “sinagoga de Satanás” podría interpretarse como “aquellos que se oponen a Dios”.
La segunda parte del versículo dice: “he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado”. Esto parece ser una promesa de vindicación para los cristianos de Filadelfia que han sufrido persecución. Jesús está prometiendo que aquellos que los han perseguido finalmente reconocerán que Dios los ha amado y los ha sostenido a través de sus pruebas.
En resumen, Apocalipsis 3:9 es un versículo de consuelo y esperanza para los cristianos perseguidos. Asegura a los creyentes que, a pesar de la oposición y la persecución, Dios está con ellos y finalmente los vindicará. También es un recordatorio para todos los creyentes de que no todos los que afirman ser del pueblo de Dios realmente lo son, y que Dios conoce la verdad de cada corazón.