Interpretación de Apocalipsis 5:11
“Después miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Eran millones y millones, y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.»”
Interpretación de Apocalipsis 5 : 11
La interpretación de Apocalipsis 5:11 es un tema vasto y fascinante que nos sumerge en el corazón de la teología cristiana. Este versículo, ubicado en el último libro de la Biblia, nos presenta un escenario celestial lleno de adoración y alabanza a Jesucristo, identificado como el “Cordero que ha sido sacrificado”. Primero, es importante entender el contexto en el que se ubica este versículo. En el capítulo 5 de Apocalipsis, el apóstol Juan está describiendo una visión celestial en la que se presenta un libro sellado que nadie puede abrir. Solo el Cordero, que es Jesucristo, es digno de abrir este libro. La apertura del libro desencadena una serie de acontecimientos que culminan con el regreso de Cristo y el establecimiento final de su reino.
La escena descrita en Apocalipsis 5:11 es impresionante. Juan ve y oye a “millones y millones” de ángeles alrededor del trono celestial, junto a los “seres vivientes” y los “ancianos”. Los seres vivientes representan a toda la creación, mientras que los ancianos representan a la iglesia, el pueblo de Dios. Todos ellos, en una sola voz, proclaman la dignidad del Cordero para recibir todo poder, riqueza, sabiduría, fuerza, honor, gloria y alabanza.
La interpretación de Apocalipsis 5:11 nos lleva a reflexionar sobre la centralidad de Cristo en la adoración celestial. El Cordero sacrificado es el centro de la adoración. Su sacrificio en la cruz es el fundamento de su dignidad para recibir toda la adoración y alabanza. Este versículo nos recuerda que la obra redentora de Cristo es el centro de la historia de la salvación y el tema central de la adoración celestial.
Además, Apocalipsis 5:11 nos enseña que la adoración a Dios no es una actividad aislada, sino un evento cósmico en el que participan todos los seres celestiales. Esta adoración universal refleja la soberanía de Dios sobre toda la creación y su propósito redentor para todo el universo.
Sin embargo, la interpretación de Apocalipsis 5:11 también nos desafía a considerar nuestra propia respuesta a la obra de Cristo. Si los seres celestiales, que no necesitan de la redención, adoran a Cristo con tal intensidad, ¿cuánto más deberíamos nosotros, que hemos sido redimidos por su sangre, adorarlo y alabarlo? Este versículo nos invita a unirnos a la adoración celestial y a reconocer la dignidad de Cristo para recibir toda la gloria y la alabanza.
En conclusión, la interpretación de Apocalipsis 5:11 nos lleva a contemplar la majestuosidad de la adoración celestial y a reconocer la centralidad de Cristo en la historia de la salvación. Nos invita a unirnos a la adoración universal y a vivir en respuesta al amor redentor de Cristo. A través de este versículo, Dios nos habla hoy, recordándonos que nuestra adoración aquí en la tierra es un reflejo de la adoración celestial y preparándonos para el día en que nos uniremos a los ángeles, los seres vivientes y los ancianos en la alabanza eterna al Cordero que ha sido sacrificado.